Todos los que tenemos hijos sufrimos las penosas consecuencias de las plagas de piojos en

el cole, campamentos,…

Los antiparasitarios habituales contienen compuestos químicos como la permetrina que, aunque no tiene efectos demostrados sobre algunos mamíferos; no es totalmente inocua. Además, los piojos acaban adaptándose a dichos compuestos.

Existe un sistema que yo misma he probado, basándome en procesos ecológicos de eliminación de plagas. El jabón de potasa ablanda el exoesqueleto de los insectos, haciéndolos más vulnerables. Este jabón de potasa, combinado con los efectos de la esencia de árbol de té (que añado en gotas posteriormente al cabello), acabará con la plaga. Es recomendable pasar después una liendrera. A la semana siguiente, pasar de nuevo la liendrera tras lavar el pelo por si hubieran eclosionado huevos tras la última limpieza.

Nuestro jabón líquido a base de potasa y aceite de oliva, contiene además plantas con alto contenido en silicio, como la ortiga y la cola de caballo; que reforzarán el pelo y el cuero cabelludo mientras evitan una nueva infestación. El jabón sirve también como gel para el cuerpo.

Los piojos requieren coordinación entre niños, padres y profesores para que, una vez erradicado no vuelva a haber contagios: si los encuentras en la cabeza de tu hijo, avisa.