Agua termal para nuestra cosmética natural BIO
Agua termal de Caldas de Luna

Nuestro cuerpo tiene entre un 60 y un 70% de agua. Toda esta agua, se almacena en nuestras células y sirve de transmisor de muchas reacciones que se producen en el organismo.

Pero toda esta agua, que se renueva constantemente, procede de nuestra alimentación y de la propia agua que bebemos. Además, debemos utilizar cosméticos que nos ayuden a mantener el equilibrio hídrico: es decir, que la piel retenga humedad sin bloquear su función principal, eliminar a través del sudor aquello que no necesita. De este modo regula también nuestra temperatura corporal.

Por este motivo, es fundamental aportarle un agua de calidad: sin cloros ni sustancias que puedan alterar su funcionamiento. Una agua de manantial, pura es, hoy en día, un auténtico tesoro para el organismo. Desgraciadamente, en la sociedad actual, pocas personas tienen acceso a un agua directa de manantial: llega embotellada en envases de PET cuyos residuos son cada día más cuestionados.

Así pues, acceder a un manantial de calidad es cuidar ese 70% de nuestro organismo que se regenera día a día. Beber la cantidad necesaria que nos ayude a eliminar residuos (por la piel y por la orina) es necesario para mantenerse sano.

En Caldas de Luna tenemos un agua que fue declarada minero-medicinal ya en 1917. Y queremos compartirla. Se trata de una agua bicarbonatada, oligometálica, sulfatada y de mineralización débil. Si quieres conocer más detalles sobre nuestras aguas, visita el siguiente enlace: http://www.esenciasdeluna.com/es/14-agua-termal-de-luna

Pero aparte del agua que bebamos, nuestra cosmética también ayuda a regular este equilibrio hídrico, y a mantener sana la piel.

El agua termal ha sido tradicionalmente la base de grandes firmas cosméticas: Vichy, Biotherm, Laroche-Posay, La Toja… Esto no es por casualidad: las aguas termales proceden de capas más profundas de la tierra, desde donde arrastran minerales de gran valor para la piel.

Lamentablemente, estas marcas acabaron corrompiendo estas propiedades con otros productos no tan saludables. Las parafinas y otros derivados del petróleo que se han estado utilizando realizan, a la larga, el efecto contrario al deseado. Establecen una capa de «barniz» en nuestra piel que retiene la humedad, reblancediendo los tejidos. Nosostros hemos combinado el agua con una de las mejores grasas al hacer nuestras emulsiones y reacciones: el aceite de oliva.

Los tan mencionados parabenos, que se utilizaban como conservantes, tienen una sospechosa relación con algunos cánceres.

EPor todo esto, Esencias de Luna decidió aprovechar el agua termal para crear una cosmética de calidad: con agua termal y conservantes naturales extraídos de plantas. En Europa ya hay algunas marcas de cosmética termal BIO: la alemana Anne Marie Börlind es la más reconocida.

En este año hemos certificado nuestros productos con Bio Inspecta y podemos decir con orgullo que:

Esencias de Luna es la 1ª marca española de cosmética termal certificada BIO

 

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