El estado de hidratación de la piel está condicionado por el equilibrio entre el agua ingerida y aquella que se evapora mediante la sudoración.
Nuestra piel posee una capa externa (la capa córnea) que actúa como barrera para evitar una pérdida excesiva de agua.

Hidrata tu piel

Una condición fundamental es beber dos litros diarios de agua. Además existen sustancias que actúan como aliadas de tu hidratación:

  • El escualeno presente en el aceite de oliva actúa como oclusivo, evitando la evaporación. Este efecto oclusivo se potencia al utilizar agua termal.
  • La glicerina de los jabones naturales es una sustancia hidratante que fija el agua procedente del exterior de la piel.
  • Jabones con ácidos poliinsaturados (linoleico y linolénico) procedentes de aceites vegetales como el de oliva, o rosa mosqueta, similares a la estructura de nuestra piel, ayudan a regenerarla.

Bebe agua y cuida tu piel con un jabón adecuado: no necesitarás añadir una crema hidratante corporal a tus cuidados diarios.

Información extraída de «Introducción a la dermofarmacia y cometología» (Marie-Claude Martini)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *